FUENTE: LD/AGENCIAS 2012-06-06
Una pareja de españoles fue trasladada el pasado domingo a
la Comisaría de la Policía de Gibraltar después de que uno de ellos se hiciera
una foto con la camiseta de la selección española de fútbol y besara el escudo,
lo que provocó que un grupo de gibraltareños comenzara a insultarles.
Según ha explicado a Efe Inmaculada Rueda, una de las
afectadas, los hechos se produjeron el pasado domingo, cuando cinco amigos se
trasladaron desde Sevilla a La Línea de la Concepción (Cádiz) para presenciar
el partido entre la Real Balompédica Linense y el Tenerife, dado que uno de los
porteros de este último equipo es un amigo común del grupo.
Para hacer tiempo, según Inmaculada, los cinco amigos
decidieron entrar en Gibraltar "para comprar tabaco". "Cruzamos
la frontera sin ningún problema. Cuando entramos en Gibraltar, vimos que había
muchas banderas y nos fijamos en el cartel de la Reina, que era el Jubileo por
sus 60 años de reinado. No le dimos mayor importancia", explica
Inmaculada.
Su novio, Jaime Bejarano llevaba puesta la camiseta de la
selección española, con la que se había ataviado para presenciar el partido de
fútbol.
"Íbamos andando por la calle principal, y vimos a un
señor con dos cacatúas, una en cada hombro. Jaime se puso para hacerse la foto
con él y se besó el escudo de la camiseta. Yo seguía y no me di cuenta de lo
que estaba pasando, pero empecé a escuchar 'muertos de hambre', 'volveros a
vuestro país', y, cuando me volví, veo que al que insultan es a mi novio",
dice Inmaculada Rueda.
Según el relato, los que insultaban eran una pareja de unos
cincuenta años y una joven de unos treinta. "Les dije que no tenían educación",
asegura, después de lo cual siguieron paseando y cuando decidieron regresar
vieron como la joven que los había insultado los seguía, mientras hablaba por
un teléfono móvil.
"Al volvernos, un policía se dirigió a Jaime y le dijo
que le acompañara. Se quedó sorprendido. Yo, inmediatamente, me pegué a él.
Cuando la Policía nos llevaba, empezaron a llovernos insultos, 'hijos de puta',
'cabrones', 'muertos de hambre', como unas cincuenta personas. Jaime iba
diciéndole al policía que si estaba escuchando que le insultaban, pero el
policía sólo le decía 'siga, siga', cuenta Inmaculada.
La Policía les llevó por una calle paralela a la Real y a la
vuelta de una esquina estaban "dentro de la Comisaría, cerraron la puerta
y a mis amigos no los dejaron entrar. Yo creo que a mí me dejaron porque iba
muy pegada". Un agente de la Policía de Gibraltar les interrogó entonces
acerca de qué habían hecho.
"Cuando Jaime les explicó que sólo se había besado el
escudo al hacerse una foto, nos dijeron que eso allí era una provocación, y que
teníamos que entender la situación política. Hasta nos dijeron que a qué
habíamos ido, que por qué se había puesto la camiseta y que si iba dándole
besos al escudo habitualmente".
El agente gibraltareño les señaló que, "para no tener
problemas, que le diera la vuelta a la camiseta, yo le dije que, para eso, que
si no podía ir sin camiseta mejor", comenta Inmaculada.
Al final, la Policía gibraltareña decidió meter a los cinco
jóvenes en un furgón y dejarlos en la frontera, ya que los jóvenes tenían su
coche en La Línea.
El grupo de amigos salió finalmente de la colonia y se
dirigió, después de un mal trago, a ver el partido de fútbol. "Volveremos
al Campo de Gibraltar, pero desde luego a Gibraltar no pienso entrar nunca
más", concluye Inmaculada.
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